- Organología:
El nai es un instrumento de viento popular en Rumanía que, según la clasificación de instrumentos de Hornbostel y Sachs, es un aerófono de soplo directo contra el borde superior de varios tubos abiertos, con la parte inferior cerrada, tipo “flauta de pan”. Con este mismo nombre es con el que se conoce en otras culturas.
Habitualmente, los tubos son de fragmentos de caña o madera, de distinta longitud pero idéntico diámetro, ligados con un cordón o hilo de lana a dos palos transversales, también de caña. Estos tubos están ordenados según su tamaño, y su montura es ligeramente curvada. Estas características son precisamente las que lo diferencian de otras flautas de pan. El orden de los tubos, en sentido de izquierda a derecha, es de menor a mayor longitud.
Cada tubo genera una sola nota, por ello el instrumentista debe desplazar el instrumento en sentido horizontal. La afinación se consigue vertiendo cera en el interior de cada tubo. Los nais más habituales se conforman de 22 tubos, aunque pueden llegar hasta 30, ampliando el registro más grave.
Al ser un instrumento hecho de materiales orgánicos, las condiciones ambientales de óptima conservación para este, son: la temperatura entre 25ºC y 30ºC, y humedad entre el 7% u 8%. La humedad exagerada puede llevar al deterioro de la calidad del sonido y a la degradación de la madera, ya que esta se puede agrietar.
1.2. Orígenes y contexto histórico:
La documentación más antigua que existe del nai en Rumanía data de los siglos XVI y XVII. Desde la segunda mitad del siglo XVIII, el nai apareció con frecuencia en los conjuntos taraf de lautări (músicos tradicionales profesionales). En los conjuntos taraf de lautări el nai se tocaba junto a otros instrumentos como el violín y la cobză. Los nombres nativos más antiguos para este instrumento son fluierar, fluierici, fluierător, etc. El término nai proviene de origen oriental. Esto, junto con el hecho de que las flautas antiguas y contemporáneas estén hechas de caña de bambú, han llevado a la hipótesis de que se produjo una fusión entre un instrumento rural antiguo y uno profesional oriental.
En otras culturas, el origen de este instrumento —con el nombre de flauta de pan— data de tiempos muy antiguos. Su nombre deriva del origen que se le atribuye: según la mitología griega, el dios Pan construyó una flauta con fragmentos de la caña en que había convertido a la ninfa Siringa, en su intento de huir de él. La flauta de pan es conocida desde épocas muy antiguas, tanto en la cultura china como por las culturas mediterráneas de Grecia y Egipto. Ha evolucionado en diversos modelos, desde un modelo con tubos en una sola fila y en orden decreciente según la longitud, hasta modelos de doble fila en posición paralela, utilizados en Perú y Bolivia.
2. Área de difusión:
En Rumanía, a finales del siglo XIX y principios del XX, el nai va dejando de ser un componente de los conjuntos taraf, ya que se va sustituyendo por sonoridades más estridentes.
Desde los años 60 del siglo XX se ha ido perfeccionando técnicamente este instrumento mejorando sus posibilidades acústicas. También es importante destacar la aportación de intérpretes virtuosos de gran renombre de música folklórica con el nai, como el destacado Gheorghe Zamfir, Damian Luca, Simion Stanciu, Radu Simion y Boris Rudenco. Estos han desarrollado gran destreza en su interpretación, muy superior a como se hacía anteriormente. Muchos de ellos son pedagogos del nai, y participan en la formación de miles de intérpretes a nivel internacional.
En concreto, cabe subrayar la figura del ya mencionado Gheorghe Zamfir, que también introdujo una serie de transformaciones en el instrumento conocido en su forma tradicional. El nai rumano, que tradicionalmente tenía 20 tubos, gracias al desarrollo de Zamfir, pasó a tener diferentes variantes: el nai alto (con 22 tubos), el tenor (con 25), el bajo (con 28) y el contrabajo (con 30). De hecho, en el año 2003, llegó a hacer un modelo con 42 tubos, exagerando así las posibilidades técnicas y tímbricas del instrumento.
En cuanto al desarrollo a nivel interpretativo, Zamfir se hizo internacionalmente conocido, siendo el artista rumano con más discos vendidos y el más conocido fuera del país. También es destacada su participación en la grabación de bandas sonoras de películas como Érase una vez América de Sergio Leone, y Kill Bill vol. 1 de Quentin Tarantino.
Otro de los hecho significativos que destaca en torno a la figura de Zamfir es la existencia de un museo en la ciudad natal de este: Museo Gheorghe Zamfir, inaugurado el 2 de diciembre del 2022 en Găești.
3. Opinión personal:
Para finalizar, cabe destacar la importancia de este instrumento en la música nacional rumana, así como también el gran proceso de internacionalización gracias a la figura de Gheorghe Zamfir.
Por otra parte, como hecho que contrasta con esto, encontramos su poco conocimiento de manera popular, pese a que esta sonoridad sí nos sea familiar (sobre todo por su difusión en la música audiovisual).
2.- Bibliografía:
Drută, A. (2018). “Dimensiuni contemporane ale unui instrument traditional: naiul”. Studiul artelor si culturologie: istorie, teorie, practică. 2018, núm. 1 (32).
Juan i Nebot, M. A. (2000). “Flauta de Pan”. En: Giralt i Radigales, J. Gran enciclopèdia de la música. Barcelona: Fundació Enciclopèdia Catalana, vol. 3.
Oprea, C. (2024). Istoria și Evoluția Instrumentului Muzical De Suflat Nai [en línia]. Micul ajutor: 30 abril 2024 [Consulta: noviembre 2024]. Disponible en: https://miculajutor.ro/ghid/istoria-si-evolutia-instrumentului-muzical-de-suflat-nai/
Tiberiu, A. (1984). “Nai”. En: Sadie, S. The New Grove Dictionary of Musical Instruments. London: Macmillan Press Limited, vol. 2, p. 742-743.
Paula Acevedo y Ana María Rusanu

